HISTORIA
En Mayo de 1846, a causa del bloqueo impuesto a Barcelona por los ejércitos carlistas durante «La Revolta dels Mariners», se produjo una escasez de sal que puso en peligro a la ciudad condal.
Un conocido hombre de negocios barcelonés tuvo la original idea de convocar a los más afamados navegantes del momento y presentarles un desafío: pagaría los servicios de transportar sal de las Salinas Pitiüses a El Garraf (Barcelona) pero en función del orden de llegada. Los primeros en llegar cobrarían en oro, pero los últimos quizás ni siquiera podrían pagar los salarios de los marineros.
Trece embarcaciones se presentaron al desafío. La primera en llegar fue el «Halcón Maltés«, una goleta de Baltimore de 32 m. de eslora y patroneada por el griego Andreas Potrus, seguida del jabeque «Jerba» y del bergantín «Arrogante».
La regata
En 1989, ANAM puso en marcha la primera edición deportiva de La Ruta de Sal desde el puerto barcelonés de Port Ginesta hasta Las Pitiüses. En esta primera regata participaron 36 embarcaciones.
En 1990, se dobla la participación con 65 inscritos. En 1991 se crea la Versión Este de la regata, con salida del Club Náutico Denia. Entre las dos versiones, aquel año 119 embarcaciones toman la salida con un único objetivo: alcanzar las Pitiüses.
Desde 1992 hasta ahora, el número de participantes ha ido aumentando, constituyendo un verdadero fenómeno sociológico entre los aficionados de nuestro país: de las 136 embarcaciones de 1992, la cifra ha seguido creciendo: 158 en 1994, 174 en 1995, 188 en 1996, 222 en 1997, 226 en 1998, 284 en 1999, hasta alcanzar la cifra récord de más de 300 en el año 2000, cifra que desde entonces se repite cada año.
El encanto de la aventura
La Ruta de la Sal moviliza cada año más de 2000 regatistas y una flota variopinta de embarcaciones surca el mediterráneo para conmemorar las travesías del siglo pasado en busca del Oro Blanco: ¡La sal de la vida!
La Ruta de la Sal es la regata de altura con mayor participación que se celebra en el Mediterráneo y lo más importante es que se ha conseguido mantener el encanto del primer día.
La Ruta de Sal no es una regata fácil. Las travesías son largas y la fecha en que se realiza es una época del año meteorológicamente complicada. Esto le da el encanto de la aventura y el aliciente de que el hecho de clasificarse es ya de por sí una victoria.
Gran Éxito
El éxito de La Ruta de la Sal ha sido explosivo, tanto en participación como en difusión en los medios de comunicación. Se ha convertido en La Regata más numerosa y mítica de todo el calendario de regatas españolas.
El apoyo institucional
Desde su inicio, la Ruta de la Sal cuenta con el apoyo del Consell Insular d’Eivissa, del Instituto Balear de Promoción del Turismo y de la Conselleria de Turisme del Govern de les Illes Balears, que se vuelcan para ofrecer la mejor estancia a los más de 3000 participantes y acompañantes que vendrán estos días a Ibiza.También la Conselleries de Comerç, Industria i Energia del Govern de les Illes Balears y los Ayuntamientos de Barcelona, Denia y Eivissa colaboran en este acontecimiento náutico.
La Sociedad Estatal de Salvamento y Seguridad Marítima de la Marina Mercante Española y la Guardia Civil del Mar colaboran en las tareas de control y seguimiento marítimo.