Las adversas condiciones meteorológicas que, desde el inicio de esta Semana Santa, azotan a toda la península ibérica y a los dos archipiélagos, han tenido sus efectos sobre La Ruta de la Sal, aunque la fuerza del viento y la altura de las olas no han podido vencer las ansias de navegar de los aficionados inscritos en esta regata de altura. Así, tras un obligado aplazamiento a la espera de una situación más favorable, la flota de la versión Denia, formada por 57 barcos, tomó la salida desde Denia, poniendo rumbo a Ibiza bajo un viento del sureste de 20 nudos de intensidad que, tras doblar la Punta Marí, pasó a ser del sur, incrementando su fuerza a 25 nudos y con olas de entre 2 o 2,5 metros de altura.
Dado que la salida se dio a las 17 horas y que el viento reinante permite que la flota navegue hacia Ibiza a rumbo directo y con una buena media de velocidad – entre 9 y 10 nudos de media por el momento – todo hace prever que los 22 barcos que participan en la Mini Sal, en una travesía directa de 55 millas, empiecen a llegar al Club Nàutic de Sant Antoni sobre la medianoche del mismo jueves 28, mientras que los 35 de La Sal, cuyo recorrido dejando Formentera e Ibiza por babor, se alarga a las 117 millas, lo irán haciendo a partir de las 5 de la madrugada.
Por su parte, la flota de la versión Barcelona no ha podido tomar la salida porque a lo largo de todo el jueves 28, día inicialmente previsto para la largada de la regata, las condiciones en bocana no han permitido abandonar el puerto con garantías de seguridad para toda la flota. En estos momentos el Comité está a la espera de que mejoren las condiciones en bocana para poder lanzar la salida de la versión Barcelona, ya sea en el recorrido habitual a Ibiza o, en su defecto, establecer un recorrido alternativo por la costa catalana, decisión que tomará mañana viernes en función de cuando quede liberada la bocana y de las previsiones meteorológicas.